Señores del Csif, sus
compañeros están acostumbrados a leer todos días demandas, querellas y
sentencias, a tratar con profesionales
del derecho y a discernir lo que en
muchas ocasiones los ciudadanos les
dicen, por lo que nos ofende que nos cuenten “su verdad” como si fuéramos
tontos, pero bueno, no nos distraigamos de lo importante….
Durante estos
últimos dos años hemos estado cobrando
unas cantidades modestas (hasta 174 euros los Gestores con la previsión de
llegar a alrededor de 220 euros en 2019); en un Plan de Actuación para suplir
el agravio con otros funcionarios autonómicos
con la promesa de ir mejorándola hasta
igualarnos a ellos y ampliarlo a los interinos en cuanto se tenga
cobertura jurídica, y que una vez incluido como concepto en la LOPJ, igual que
está prevista en el EBEP, se consolidará como complemento y para siempre. Esta
es la hoja de ruta de la UGT desde hace años (2007 en la Generalitat y 2009 en
Justicia), somos los pioneros en su
defensa y estamos orgullosos de ello.
Hoy, somos el espejo
donde se miran los funcionarios de justicia del resto del estado (incluidos
nuestros jefes, que también son funcionarios) y la envidia de los que dependen
de otras CCAA. ¿Cómo se ha conseguido? A través de negociaciones sindicales de
años, a coste cero para los compañeros,
y así se nos reconoce en todos los ámbitos.
Y ellos (la Csif), ¿qué
han hecho? No firmar el acuerdo de 2017 a 2019, que nos ha permitido ir
cobrando, ya que lo que hemos percibido fué porqué
firmamos otros (con su “no firma”
no hubiéramos cobrado ni un euro); impugnaron judicialmente el plan de
2017 y lograron su nulidad (podían haber
recomendado a sus afiliados que no lo cobrasen, porqué es voluntario); después con “plena coherencia” no impugnaron los de
2018 y 2019, porque ya a esas alturas, se habían dado cuenta de su metedura de pata y
lo que es peor, habían puesto en peligro la continuidad del cobro durante los
años venideros. ¡Menos mal! ...que la Generalitat ha tenido la voluntad de
seguir negociando, pese a la impericia de los responsables de nuestro aún
sindicato mayoritario, que por intereses políticos de la voz de su amo
les aconsejó no firmar nada con los,
según ellos, “ integrantes del Pacto del
Botánic”.
La actual dirección,
que ha vivido de las rentas del trabajo de las anteriores direcciones de ese
sindicato, está desnortada, y si no ponemos remedio, desde UGT exponiendo
abiertamente los hechos y los funcionarios abriendo los ojos y castigando sus
errores en las próximas elecciones en Alicante y Castellón, acabarán haciéndonos perder dinero a todos.
¿LO HABRÁN ENTENDIDO?
Lo explicaremos en Csificiano..: En la granja de Pin y Pon, tenían dos hijos
reconocidos a los que un padre separado estaba obligado a mantener por ley (los
funcionarios de la Generalitat), además el padre (el gobierno anterior de la
Generalitat ) tenía otros dos hijos fruto de otra relación (los funcionarios de justicia). Como el padre
había estado durante años malgastando e invirtiendo de forma ruinosa no tenía
medios para pasar la pensión para todos y, a su pesar, la pasó a los primeros,
para evitar ir a la cárcel, y no poder alimentar a ninguno. En cuanto pudo,
pese a aún no estar obligado por
sentencia, pero si moralmente, les fué abonando unas cantidades a los
biológicos, hasta que fueran reconocidos legalmente y con la promesa que cuando fuera legal (LOPJ) y
mejorase su economía, les pasaría a todos lo mismo. Uno de los biológicos, el
menor tuvo paciencia y al final su padre cuando pudo le pasó lo mismo que a los reconocidos -y
esté lo entendió; el mayor, se pasó
todos estos años con continúas rabietas, interponiendo denuncias y criticando a
sus hermanos, acusándoles de todos sus males.
“Pesetas!,
pesetas!.... lo demás son puñetas…..! (In memoriam de Carlos Torrecilla Molina, Auxiliar de la
A.J con último destino en Juzgado de lo Social de Benidorm)
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